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Caprarola es otra prueba de lo que les estaba contando hace unos artículos: Lo mejor de Italia está donde no lo esperas.
Este pueblo en la zona norte de la región del Lacio alberga uno de los más preciosos y únicos ejemplos de arte y arquitectura renacentista. La ciudad se desarrolla a los lados de la calle central que conduce directamente a la entrada de la Mansión Farnese. Como en el caso de Villa d'Este, también aquí se trata de una familia muy rica con el futuro Papa en ella.
La Villa domina todo el entorno y la ciudad, destacando como símbolo del poder y relevancia de la familia Farnese. La Mansión fue construida en dos momentos diferentes, por lo tanto, a primera vista, puede que no quede claro a qué nos enfrentamos. Parece una mansión, pero también tiene elementos evidentes de construcción tipo fortaleza.
Su forma pentagonal es muy peculiar y es el punto de partida de la carretera principal de la ciudad. Las salas y espacios interiores están bellamente decorados con frescos pintados por muchos artistas. Los temas de las pinturas varían mucho; se representan escenas religiosas y familiares, así como mitológicas, históricas y geográficas, dando al visitante la oportunidad de descubrir diferentes estilos y significados. Toda la Mansión cuenta con cinco plantas, jardines y fuentes que hacen de la visita a este lugar una verdadera inmersión en el Renacimiento.
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El autor
Federico Spadoni
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