Girona, la joya medieval de Cataluña

Cuando se plantea visitar Cataluña, la mayoría de la gente sólo piensa en explorar Barcelona como ciudad. Y es una verdadera lástima, ya que esta comunidad cuenta con otras ciudades como Girona, repleta de edificios góticos y románicos dentro de su casco antiguo medieval, impresionantes murallas, uno de los barrios judíos mejor conservados de Europa y pintorescas casas con vistas al río Oñar.

La bella ciudad de Girona se encuentra entre la Costa Brava y Barcelona. Ambas ciudades están bien comunicadas por tren y autobús, y se encuentra a sólo una hora y media en coche de Barcelona. Así que sólo hay razones para visitar este lugar y ninguna excusa real. En esta historia, te hablaré de algunos de mis lugares favoritos que ver en Girona. Probablemente puedas visitarlos todos en una excursión de un día, aunque te recomiendo que pases aquí el fin de semana o al menos un par de días para disfrutar como es debido de la ciudad y su gastronomía.

Girona es la capital de la provincia del mismo nombre, con una población de unos 100.000 habitantes. Girona está situada entre la cordillera pirenaica y Barcelona, de la que dista unos 100 kilómetros, y a sólo 60 kilómetros de la frontera franco-española. Además, la ciudad está atravesada por cuatro ríos: Ter, Güell, Galligants y Oñar. Este hecho hace que la ciudad sea aún más singular.

Puente Eiffel

El río Oñar atraviesa la ciudad dividiéndola en dos partes, en la orilla oriental se encuentra el "Barrio Viejo" y en la occidental el "Barrio de Mercadal". Cuatro puentes conectan ambos barrios, y cualquiera que llegue a la ciudad quedará cautivado por las vistas que hay a través de ellos. Uno de mis puentes favoritos es el Puente Eiffel (también conocido como Pont Palanques Vermelles o Pont Eiffel), una pasarela que cruza el río hecha de impresionantes celosías de hierro.

Eiffel Bridge, Girona

C/ de les Hortes, 2, 17001 Girona, Spain

El puente fue construido y diseñado en 1877 por el famoso Gustave Eiffel, el ingeniero francés que luego construyó la famosa Torre Eiffel de París. La torre se hizo un poco más tarde, en 1889, pero es fácil ver la similitud en el diseño con el material y la celosía.

El Puente Eiffel es un lugar estupendo para contemplar, desde arriba y desde abajo del río, el perfil de Girona y sus populares casas pintorescas y coloridas. La vista hacia el norte, o río abajo, es especialmente bonita, ya que se pueden ver las bonitas casas de la ciudad medieval, además de las torres de la catedral y la iglesia.

El barrio judío

El barrio judío del interior de la Força Vella (primera fortaleza amurallada de la ciudad) es uno de los mejor conservados del mundo. La historia de la comunidad judía de Gerona se remonta a finales del siglo IX, inicialmente como casas aisladas y después como comunidad establecida a mediados del siglo XII. Los judíos fueron una comunidad muy importante en Cataluña y en muchas otras partes de España. Se establecieron en distintas poblaciones hasta su expulsión en 1492, cuando los Reyes Católicos prohibieron el judaísmo en todo el país. A los judíos se les dio la opción de convertirse o exiliarse.

Jewish Quarter, Girona

Carrer de la Força, 8, 17004 Girona, España

El Barrio Judío aún conserva ese aura medieval, y su laberinto de callejuelas estrechas, patios, escalinatas de piedra, librerías antiguas con encanto y restaurantes coquetos son un gran atractivo para pasear por aquí. Pasear por esta parte de la ciudad es como retroceder en el tiempo.

Girona ofrece un amplio abanico de edificios medievales para visitar y admirar, que además han sido utilizados como escenarios de rodaje de una de las mejores series de la historia, Juego de Tronos. Si quieres conocer estos lugares, considerados los principales símbolos de la ciudad, consulta mi reportaje sobre edificios históricos utilizados como lugares de rodaje de Juego de Tronos.

Cuando visite Cataluña, no olvide incluir en su itinerario Girona, la joya medieval de la comunidad repleta de edificios góticos y románicos. Esta sorprendente y encantadora ciudad es de visita obligada, así como su Puente Eiffel y su bien conservado barrio judío, que le harán creer que ha viajado en el tiempo.