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Si se encuentra en la encantadora región de Apulia, en el sur de Italia, una visita a la pequeña ciudad de Galatina es imprescindible. Ubicada entre los populares destinos turísticos de Otranto y Gallipoli, Galatina alberga una joya escondida que te dejará asombrado: la Basílica de Santa Caterina d'Alessandria.
Construida entre 1383 y 1385 por el rico señor feudal Raimondello Orsini del Balzo, la Basílica de Santa Caterina d'Alessandria es un testimonio de su gran visión. Raimondello dedicó la iglesia a Santa Catalina, una santa de raíces orientales, ya que el rito bizantino era ampliamente seguido en la región en ese momento. Cuenta la leyenda que Raimondello, al regresar de una cruzada, robó uno de los dedos de Santa Catalina de un monasterio en el Monte Sinaí y decidió construir una iglesia para albergar la reliquia.
La construcción de la basílica no fue sólo un esfuerzo religioso sino también una declaración política. Raimondello pretendía mostrar su poder y desafiar a la capital del reino, Nápoles. Al alinearse con la iglesia latina y reforzar su alianza con Urbano VI, solidificó su posición como un poderoso señor feudal. La basílica sirvió de puente entre Oriente y Occidente, simbolizando la influencia y las aspiraciones políticas de Raimondello.
Al acercarse a la Basílica de Santa Caterina d'Alessandria, llamarán su atención los portales de madera intrincadamente tallados y adornados con pietra leccese, una piedra caliza local. El rosetón central, con sus doce radios radiantes, muestra los escudos de los mecenas Angiò-Durazzo y D'Enghien-Brienne. La fachada es una mezcla armoniosa de estilos gótico y renacentista, un testimonio de las diversas influencias que dieron forma a la región.
Ingrese a la basílica y será transportado a un mundo de esplendor artístico. El interior es nada menos que majestuoso, con una altísima nave que culmina en una impresionante bóveda de crucería. Las paredes, columnas y capiteles están adornados con frescos religiosos, testimonio del patrocinio de la esposa de Raimondello, Maria d'Enghien. Reclutó a talentosos artistas de Siena y seguidores de Giotto para crear estas obras maestras que han resistido el paso del tiempo.
La Basílica de Santa Caterina d'Alessandria está abierta a los visitantes durante todo el año. Sin embargo, si desea experimentar toda la grandeza de los frescos, es mejor visitarlos durante el día. La luz natural que entra por las ventanas realza los colores vibrantes y los detalles intrincados de la obra de arte, creando una experiencia verdaderamente fascinante.
Mientras esté en Galatina, tómese el tiempo para explorar las encantadoras calles y sumergirse en la cultura local. No pierdas la oportunidad de presenciar la tradicional danza del tarantismo, un fascinante ritual pagano que todavía se practicaba en la región después de la Segunda Guerra Mundial. Además, Galatina es una base ideal para explorar las cercanas ciudades costeras de Otranto y Gallipoli, conocidas por sus impresionantes playas y su rica historia.
La Basílica de Santa Caterina d'Alessandria en Galatina es una joya escondida que combina significado religioso, importancia histórica y maravillas arquitectónicas. Una visita a esta majestuosa basílica le dejará un profundo aprecio por el rico patrimonio cultural de la región. Por lo tanto, asegúrese de agregarlo a su itinerario cuando explore la hermosa región de Apulia en el sur de Italia.
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