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Ubicado en el corazón de Chisinau, la capital de Moldavia, se encuentra una joya escondida que rezuma tranquilidad y belleza espiritual: el Monasterio de Ciuflea. Este magnífico templo de piedra blanca con sus nueve cúpulas doradas es un testimonio de la rica historia y el patrimonio arquitectónico de la ciudad.
El Monasterio de Ciuflea fue construido a mediados del siglo XIX por Teodor y Anastasia Ciufli, dos comerciantes rumanos que emigraron de Macedonia a Besarabia en 1821. La construcción del monasterio comenzó en 1854 y se completó en 1858, cumpliendo el último deseo de Teodor Ciufli. . La catedral fue consagrada el 6 de junio de 1858 y se convirtió en un lugar de culto y peregrinación tanto para locales como para visitantes.
La principal atracción del monasterio es su impresionante catedral, adornada con intrincados detalles y adornada con nueve cúpulas doradas que brillan con la luz del sol. El exterior de la catedral muestra una combinación de estilos arquitectónicos bizantino y neoclásico, mientras que el interior es igualmente cautivador, con hermosos frescos y un iconostasio ornamentado. El ala sur del edificio alberga el lugar de descanso final de Teodor Ciufli, mientras que su hermano Anastasia se unió a él allí después de su fallecimiento 11 años después.
Durante la era soviética, muchas iglesias en Moldavia fueron cerradas o reutilizadas. La Catedral de la Natividad, la iglesia principal de Chisinau, corrió la misma suerte y fue transformada en un edificio de exposiciones. Como resultado, el jefe de la Iglesia de Moldavia fue trasladado al Monasterio de Ciuflea, al que se le concedió el estatus de catedral y se le cambió el nombre en honor a su benefactora, Anastasie Ciufli.
Visitar el Monasterio de Ciuflea ofrece una escapada serena de la bulliciosa vida de la ciudad. El ambiente tranquilo y el hermoso entorno lo convierten en un lugar ideal para la contemplación y la reflexión. Ya sea que busque consuelo o simplemente aprecie las maravillas arquitectónicas, el monasterio ofrece un refugio tranquilo para todos.
El Monasterio de Ciuflea está abierto a los visitantes durante todo el año. Sin embargo, si desea presenciar las vibrantes celebraciones religiosas y experimentar el monasterio en su forma más animada, planifique su visita durante las principales festividades religiosas, como Semana Santa o Navidad. Durante estos tiempos, el monasterio cobra vida con coloridas procesiones, cánticos tradicionales y una sensación de fervor espiritual.
Mientras explora el Monasterio de Ciuflea, aproveche la oportunidad para descubrir otras atracciones cercanas en Chisinau. La Gran Plaza de la Asamblea Nacional, ubicada en el centro histórico, está a tiro de piedra. Aquí podrás admirar la impresionante arquitectura del edificio del Parlamento de Moldavia y disfrutar de la vibrante atmósfera de la ciudad.
El Monasterio de Ciuflea en Chisinau no es sólo un lugar de culto sino también un testimonio de la rica historia y el patrimonio arquitectónico de la ciudad. Su impresionante catedral, su ambiente sereno y su importancia histórica la convierten en un destino de visita obligada para los viajeros que buscan vislumbrar el patrimonio cultural y espiritual de Moldavia. Así que planifica tu visita a esta joya escondida y sumérgete en la tranquilidad y la belleza del Monasterio de Ciuflea.
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