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Ubicado en el corazón de Kioto, Rokuon-ji, también conocido como Kinkaku-ji, es un fascinante templo budista que ha capturado los corazones de visitantes de todo el mundo. Con su impresionante pabellón dorado, su rica historia y su entorno sereno, este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es un destino de visita obligada para cualquiera que explore Kioto.
Rokuon-ji se construyó originalmente a finales del siglo XIV como una villa de retiro para el shogun Ashikaga Yoshimitsu. Después de su muerte, la villa se convirtió en un templo budista zen, según sus deseos. El templo ha sido testigo de muchas transformaciones a lo largo de los siglos, incluida la destrucción por un incendio y la reconstrucción de su antigua gloria.
Lo más destacado de Rokuon-ji es, sin duda, el Pabellón Dorado, una estructura de tres pisos cubierta con pan de oro. El pabellón se refleja maravillosamente en las tranquilas aguas del estanque circundante, creando una vista impresionante que es verdaderamente inolvidable. Cada piso del pabellón muestra un estilo arquitectónico diferente, que representa la influencia de diferentes períodos de la historia japonesa.
¿Sabías que los dos pisos superiores del Pabellón Dorado están cubiertos de pan de oro puro? El pan de oro es aplicado meticulosamente por expertos artesanos, lo que garantiza que el pabellón mantenga su aspecto radiante durante todo el año. Otro dato interesante es que el Pabellón Dorado no es la única estructura dorada en el complejo del templo. También hay un pabellón plateado más pequeño, conocido como Ginkaku-ji, que es igualmente impresionante por derecho propio.
Además del Pabellón Dorado, Rokuon-ji ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar sus hermosos jardines y otras estructuras. Dé un paseo tranquilo por el paisaje meticulosamente cuidado, adornado con flores vibrantes, vegetación exuberante y estanques tranquilos. Los terrenos del templo también albergan una casa de té donde podrás experimentar una ceremonia tradicional japonesa del té, sumergiéndote en el rico patrimonio cultural de Kioto.
Rokuon-ji está abierto a los visitantes todos los días de 9 am a 5 pm. Para evitar las aglomeraciones, lo mejor es llegar temprano en la mañana o más tarde en la tarde. El templo es particularmente encantador durante la temporada de floración de los cerezos en primavera, cuando los árboles circundantes estallan en un alboroto de flores rosadas y blancas. El otoño también es una buena época para visitarlo, ya que los terrenos del templo se transforman en un caleidoscopio de vibrantes colores otoñales.
Cuando visite Rokuon-ji, asegúrese de explorar también los alrededores. A poca distancia se encuentra Ryoan-ji, otro famoso templo zen conocido por su icónico jardín de rocas. El bosque de bambú de Arashiyama también está a tu alcance y ofrece una experiencia surrealista mientras caminas entre imponentes tallos de bambú. No olvide visitar el cercano Castillo de Nijo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que muestra la grandeza del Japón feudal.
Rokuon-ji, con su esplendor dorado y su ambiente sereno, es una verdadera joya en la ciudad de Kioto. Ya seas un entusiasta de la historia, un amante de la naturaleza o simplemente buscas un momento de tranquilidad, este templo cautivará tus sentidos y te dejará recuerdos imborrables. Entonces, planifique su visita a Rokuon-ji y sumérjase en la belleza y la espiritualidad de este extraordinario destino.
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