Sirmione

La pintoresca ciudad de Sirmione se encuentra al final de un largo promontorio que se adentra en el lago desde su orilla sur. Es difícil encontrar una entrada más encantadora a una ciudad, cruzando un foso en un puente levadizo y entrando en la explanada de un castillo que parece haber sido construido para un plató de cine. La fortaleza rodeada de agua fue construida en el siglo XII por los Scaligeri, la familia gobernante de Verona, como parte de su red defensiva contra Milán y más tarde fue mantenida por el imperio veneciano. Recorra su interior restaurado y suba a la torre para disfrutar de vistas panorámicas del lago y de la ciudad. Antes de los Scaligeri, los romanos venían aquí a bañarse en los manantiales de azufre, que ahora son la base de un spa de lujo.