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Situado en un claro en medio de un bosque en las montañas del Jura suizo, a una altitud de unos 1.000 metros, las ruinas medievales de la Cartuja de Oujón constituyen un interesante destino para el senderismo.
Una Cartuja (Chartreuse en francés) es un monasterio perteneciente a la Orden de los Cartujos. También conocida como la Orden de San Bruno, es una orden católica de monjes y monjas fundada por Bruno de Colonia en 1084 en el Macizo de Chartreuse. El primer monasterio, Grande Chartreuse, en los Alpes franceses, no lejos de Chambéry, está muy bien conservado. A lo largo de los siglos, varias cartujas se extendieron por toda Europa; algunas de ellas inspiraron novelas, como La Cartuja de Parma, de Stendhal.
La Cartuja de Notre-Dame de Oujon se encuentra en el bosque sobre el pueblo de Arzier, en el cantón de Vaud, en la parte oeste (francófona) de Suiza. El monasterio data de 1146 y es la cartuja más antigua de Suiza. Desafortunadamente, a diferencia de su casa madre Grande Chartreuse en Francia, sólo quedan unas pocas ruinas de la Cartuja de Notre-Dame de Oujon. Las excavaciones de 1945 permitieron a los arqueólogos descubrir las ruinas de esta Cartuja. Todas las paredes de los sótanos de los diferentes edificios siguen siendo visibles en la actualidad, lo que permite al visitante visualizar el asentamiento y las dimensiones del monasterio. Notre-Dame de Oujon fue destruida por el fuego en 1537 durante los disturbios de la Reforma Protestante.
La Orden religiosa cartujana predica la austeridad, el silencio y la soledad; la remota ubicación de las cartujas es la clave de la vida ermitaña de monjes y monjas. Nuestra Señora de Oujón no es una excepción a esta regla. La arquitectura del monasterio era austera y el número de ocupantes muy limitado. Cada uno tenía una celda individual, es decir, una pequeña casa con un pequeño jardín, un rasgo que aún hoy es visible.
La mejor manera de llegar a las ruinas es caminando desde Arzier o Saint-Cergue, dos pueblos cercanos a los que se puede llegar fácilmente en tren desde Ginebra, Nyon y Lausana. Hemos probado el sendero de una hora desde Saint-Cergue, que ofrece hermosas vistas desde lo alto del Lago Lemán con los Alpes al fondo.
Empezando por Saint-Cergue, la primera parte del camino es la más empinada. Afortunadamente sólo unos pocos minutos de esfuerzo. Luego, usted se mueve rápidamente por un sendero más estable a través de bosques y claros. En el pasto alto de Conriéry se puede disfrutar de vistas abiertas sobre el lago Lemán y las montañas circundantes. Después, la caminata se adentra en el bosque a lo largo del camino espiritual de la Cartuja de Oujón. Creado en 2007 con motivo del 700 aniversario de la cercana iglesia de Arzier, este camino espiritual tiene varias pausas con signos escritos que explican los vínculos históricos y religiosos entre la Cartuja y los asentamientos circundantes. Este camino está abierto a todos, independientemente de sus creencias.
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El autor
Marie-Madeleine & Giuseppe Renauld
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