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Granada, una de las ciudades centrales de la comunidad española de Andalucía, está repleta de historia árabe y medieval, y al estar justo al lado de las montañas de Sierra Nevada, también se puede esquiar en invierno. Desde que vi por primera vez las fotos icónicas del palacio de la Alhambra en la ladera de la ciudad he querido visitarla, el año pasado tuve al fin la oportunidad de ir a pasar un largo fin de semana allí.
La foto de arriba fue la increíble vista desde mi apartamento Airbnb, y no es fantástico para obtener una foto clara (porque el sol deslumbra mucho), así que 20 minutos antes de que esta foto fuera tomada, el sol acababa de salir (sí, tuve que madrugar un poco). Mirar el amanecer lentamente iluminando las paredes de ese poderoso y a la vez pacífico palacio/fortaleza era algo que había que recordar! Lo único que hay que tener en cuenta es que las entradas pueden ser un poco difíciles de conseguir, ¡así que reserve con suficiente antelación!
No olvide reservar sus entradas para la Alhambra con suficiente antelación.
Mi parte favorita del palacio de la Alhambra, que tiene sus raíces en las construcciones romanas del siglo IX d.C., son los jardines. Amplios, abiertos y coloridos, estos jardines son un laberinto de altísimas flores, arcos cubiertos de rosas de tres colores diferentes y todo ello dispuesto alrededor de tranquilos estanques y pequeñas estructuras.
La ciudad lejos de la Alhambra
Granada también es famosa por sus tradiciones moriscas que aún se conservan en la ciudad, y los mercados árabes en el barrio del Albaicín son un lugar increíble para perderse, disfrutar de los colores y olores y comprar recuerdos hechos a mano!
Una experiencia menos conocida pero increíble fue la visita al Mirador de San Nicolás. Este punto de vista obviamente ofrece grandes vistas, pero aún mejor fue la energía y la vida en la gran plaza en el punto de vista. Había bandas tocando y cantando, pequeños bolsillos de vendedores ambulantes y vendedores de comida, así como no demasiados turistas.
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El autor
Joe Thorpe
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