Atascado en medio

La forma en que funciona la VIDA es extraña en todos los aspectos, al menos eso es lo que pienso. Naces en un país e inmediatamente te dan una nacionalidad que se convierte en parte de ti. No tenemos la oportunidad de elegir dónde nos gustaría nacer y algunas personas se enojan tanto por esto, mientras que otras aceptan que no podemos elegir todo el tiempo. La manera en que internalizamos la realidad que existía antes que nosotros es simplemente extraña y asombrosa al mismo tiempo. Aprendemos a adaptarnos, a pensar y a actuar de la misma manera que nuestro país también lo desea. Y luego crecemos, y empezamos a dudar de lo que nos han enseñado, empezamos a pensar que tal vez nuestro país no es el mejor del mundo y no es el lugar donde queremos vivir porque lo que queremos no se corresponde con lo que ya existe.

Nacer y criarme en Albania me enseñó demasiado y creo que si alguna vez tuviera la oportunidad de nacer en otro país, ya no sería el mismo. No quiero parecer hipócrita diciendo que "amo a Albania tal como es", porque no es verdad... amo a Albania por lo que puede ser.

Nacer y crecer en Albania, en algunos momentos me hizo feliz. Un país relativamente pequeño pero con gente increíble. Gente que lucha cada día para que Albania se convierta en un lugar mejor, gente que trabaja día y noche sólo para garantizar a sus hijos un lugar más seguro y un futuro mejor. Gente que se enfrenta cada día a las dificultades que un gobierno corrupto pone en su camino sin darse por vencido. Y a pesar de ser sacudidos y encadenados por su destino, todavía están aquí, contribuyendo por su país porque al final un país no es nada sin su gente.

Nacer y crecer en Albania me llenó de tanta negatividad que a veces era demasiado para soportar. Para ser honesto con cada uno de ustedes lectores, en algunos momentos me sentí como si tuviera dentro de mí un odio patológico por mi país. Era difícil encontrar una razón para dormir mi deseo de escapar. Imaginen a una joven que tiene tantas ideas, tantos deseos que no pueden encontrar su camino de realización en la vida real. Y se necesita una tremenda energía para conservar tus ideales y no ser parte de la multitud que no sabe hacia dónde se dirige.

El haber nacido y crecido en Albania me enseñó que nada es fácil y que eso sucede en la vida real todos los días. Me enseñó a luchar por lo que quiero, me enseñó a alzar la voz por los que no la tienen y me mostró que todo se puede cambiar mientras haya deseo y voluntad.

Y así, estoy atrapado entre lo negativo y lo positivo, lo bueno y lo malo, la realidad y el cambio. Depende de mí y de todos los que viven aquí elegir. Lo que he compartido aquí con ustedes puede que no les interese visitar Albania, pero seguro que les hará pensar en ello.

Estas fueron las confesiones de una joven albanesa de 20 años que quiere que el mundo sepa más sobre su país y quiere dar una representación justa de él.

Sightseeing in Skanderbeg square

Sheshi Skënderbej 1, Tirana, Albania

Shkodra

Rruga Bajram Curri 48, Shkodër, Albania

"The city of stone"-Gjirokastra

3493+QJ Gjirokaster, Albania

The city of One above another Windows

PW5V+HQM, Berat, Albania

Bunk'Art 2

8RG9+PQ4, Tirana, Albania

Tirana's pedestrian street

Rruga Abdi Toptani 1001, Tiranë 1001, Albania