La cueva de Salamanca: magia negra y sus secretos

Una de las ciudades estudiantiles más antiguas de España es Salamanca, situada en el noroeste del país. Su Universidad fue fundada en 1218, hace ocho siglos. Desde entonces, innumerables estudiantes han venido a aprender los "secretos" del derecho, la filosofía, la teología, la química... Y según la leyenda... la magia negra. Bajo la antigua muralla de Salamanca, en la cripta de una iglesia atribuida a Cipriano, el "santo mago", se encuentra la cueva de Salamanca, lugar en el que se dice que Satanás enseñaba a sus estudiantes la nigromancia. Hoy en día, el lugar ha sido completamente excavado y los restos de la cripta han sido sacados a la luz.

El origen de la leyenda

Se dice que Hércules, en su visita a Salamanca, notó que los lugareños eran muy ignorantes. Así que decidió encontrar una solución a esto. Cavó un hoyo y en él, arrojó las siete artes liberales y un montón de libros seleccionados. El agujero se convirtió en la actual cripta, y allí se dice que intentó enseñar a los salmantinos. Pero esta gente, sin embargo, era demasiado lenta en el aprendizaje, y el héroe tenía que irse. Por lo tanto, decidió crear una estatua de sí mismo, que fuera capaz de hablar, para continuar su tarea. Esta leyenda aparece en un libro del siglo XV, el "Recueil des Histoires de Troye", escrito por Raoul Lefebre. En algún momento, la estatua se convirtió en una cabeza que tenía el poder de hablar.

La cueva de Salamanca fue tan famosa en la época medieval, que se convirtió en un sustantivo en sí mismo y se introdujo en el idioma local. Y así, por toda Sudamérica, una "Salamanca" es una cueva donde los chamanes aprenden magia.

Cave of Salamanca

Cuesta de Carvajal, 7, 37008 Salamanca, Ισπανία

El marqués de Villena

Como suele suceder, el mito pagano se convirtió en una obra del diablo, y así más tarde, el maestro fue considerado como el propio Satanás, bajo la apariencia de un "sacristán". Tradicionalmente, tenía siete estudiantes durante siete años, uno de los cuales tenía que pagar las clases. Si no tenía suficiente dinero, tenía que quedarse en la cueva para siempre. Se dice que el marqués de Villena, un hombre muy culto cuyos libros se quemaron en el incendio de la Inquisición, fue el único lo suficientemente inteligente como para engañar al diablo. No podía pagar su deuda, así que cuando todos se fueron, se escondió en un barril. Al día siguiente, el resto de los estudiantes vieron que el lugar estaba vacío, y se fueron, pensando que el marqués había aprendido la "lección de magia" demasiado bien. Dejaron la puerta abierta, así que Villena pudo salir, esconderse detrás del altar, y salir con todos los feligreses después de la misa. Versiones más dramáticas afirman que el demonio se quedó a cambio con su sombra o su alma. Estas versiones han inspirado a grandes escritores como Walter Scott, Hartzenbusch, Rojas. Incluso Cervantes le dedicó un libro completo. Dice sobre la cueva:

La cripta hoy en día

Actualmente, toda la zona ha sido completamente excavada y ha sacado a la luz los restos de la antigua cripta. El lugar había sido elegido cuidadosamente: justo en las afueras de la ciudad antigua, fuera de la vista de las autoridades. Las cuevas eran populares para los cultos paganos. Era tan importante que la Iglesia sintió la necesidad de convertirla en un lugar cristiano en el siglo XII. La nueva iglesia fue atribuida a San Cipriano, un mártir que había sido previamente un mago de las artes oscuras, muy parecido a las que se dice que tienen lugar allí. Para llegar a la cripta había que bajar 25 escalones. El lugar es ahora un museo al aire libre, con entrada gratuita, donde el visitante puede ver un par de tumbas, una puerta medieval y otros restos arquitectónicos. Junto a ella, se puede visitar la torre de Villena, uno de los mejores miradores de entrada libre de Salamanca. Es un lugar muy romántico. A veces se pueden ver allí una o dos parejas que no han dudado en subir los cuatro pisos, para admirar la vista. La luz del atardecer sobre la Catedral es simplemente impresionante. Y no te preocupes por la aglomeración: los turistas raramente van allí. El lugar está bien escondido en la Cuesta de Carvajal. Abre todo el día, pero por la noche se cierra, por si el diablo vuelve a aparecer para acoger a más estudiantes...