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El lago Trasimeno es definitivamente un lugar para pasar un tiempo mientras se visita el centro de Italia y Umbría. Aquí en Itinari ya he hablado de ello, pero les recuerdo que el lago es el más grande de la zona, tiene una gran biodiversidad, ofrece muchas actividades gracias a la naturaleza y las playas de Trasimeno, y alberga muchas aldeas y pueblos en todo su perímetro. Monte del Lago es uno de esos pueblos, situado a medio camino de la orilla este del lago, tiene ese aspecto típico medieval tan común en este territorio, y siempre ha tenido la reputación de ser el más inspirador.
La aldea está totalmente rodeada de murallas, tiene forma de abanico y está cortada por la mitad por la calle principal empinada (sólo peatonal), que va desde la entrada de la ciudad hasta la orilla del lago. A lo largo de esta carretera hay hermosos edificios de piedra en los que se encuentran las pocas tiendas, restaurantes y alojamientos. El paseo por Via della Strage es impresionante: el lago se abre por delante y a su alrededor hay edificios de piedra de colores, calles empedradas y flores en las ventanas. A mitad de camino se puede girar a la derecha y ver lo que queda de parte de las antiguas fortificaciones. El pueblo, de hecho, había sido durante siglos la "sede" del gobierno del lago y, por lo tanto, tenía que ser altamente protegido. También vale la pena visitar la sencilla iglesia de Santa Andrea, por sus frescos del siglo XV, así como la Villa Palombaro Schnabl, que lleva el nombre de un músico que acogió a muchos artistas en el siglo XX, y la Villa Pompilj. Esta última no destaca por su valor artístico, sino por la historia de dos personas que vivieron aquí: Guido Pompilj y Vittoria Agnoor, marido y mujer. Fue congresista en el recién formado parlamento italiano, mientras que ella fue una de las poetas más prominentes durante la llamada Belle Époque (1870's-1910's). Nueve años después del matrimonio, Vittoria fue diagnosticada con cáncer. Ella y sus médicos lucharon duro contra ello, pero no pudo sobrevivir a una segunda cirugía. Guido no podía soportar el dolor. Se suicidó el mismo día, el 7 de mayo de 1910. El acontecimiento conmocionó al país -la pareja estaba en el centro de la esfera cultural, social y política de Italia y tal acontecimiento era raro en aquella época- y su historia se convirtió rápidamente en un cuento popular.
La conexión de Monte del Lago con el arte fue muy fuerte. Entre los pintores, poetas, escritores y músicos italianos, muchos decidieron pasar tiempo aquí mientras trabajaban en sus visiones. El compositor italiano Puccini y, obviamente, la poetisa Vittoria Agnoor Pompilj son los dos más famosos. De sus citas podemos entender que lo que los trajo aquí fue la especial sensación de paz y tranquilidad, por lo que agradecieron al lago y a sus habitantes.
Monte del Lago es un lugar inspirador por muchas razones: su ubicación única y afortunada, su uso a lo largo del tiempo y de la historia, que ayudó a preservar muchos edificios y casas, sus famosos visitantes, que nunca olvidaron este lugar y siempre lo recordaron con palabras bonitas, y sus vistas y alrededores excepcionales. Sigue siendo uno de esos pueblos olvidados de alguna manera por los visitantes internacionales y locales, que sólo espera a que algunos viajeros motivados vengan a comprobarlo y corran la voz.
Video Credits © Kris Permentier
Créditos de la imagen de la portada © istockphoto.com/Buffy1982
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El autor
Federico Spadoni
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