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En el siglo VI, 13 padres asirios llegaron a Georgia. Su contribución a la difusión y fortalecimiento del cristianismo es inconmensurable.
El padre David, uno de esos padres asirios, vivía en la ladera de una montaña cerca de Tbilisi. Hizo aquí una simple habitación por sí mismo y construyó un pequeño campanario. Cerca de este lugar, hay una pequeña fuente de agua natural que apareció después de sus oraciones para curar a los enfermos.
En ese momento, Tiflis estaba bajo el control de conquistadores de una religión diferente, por eso no les gustaban las oraciones del padre David a Cristo. Como resultado, lo acusaron de embarazar a una mujer. En respuesta, el padre David hizo un milagro: con sus oraciones, el bebé, mientras aún estaba en el vientre de su madre, gritó el verdadero nombre de su padre.
Según la leyenda, más tarde, esta mujer dio a luz a una piedra. Hoy en día, la iglesia se encuentra en la parte central de Tbilisi, y se llama "kashveti", que literalmente significa "nacimiento de la piedra". Dicen que este es precisamente el lugar donde ocurrió la historia mencionada anteriormente. Esta iglesia blanca es diferente de todas las demás porque está construida sólo con piedras blancas.
El padre David estaba muy molesto por la fe de esta infeliz mujer y rezó por ella. Pronto, en ese lugar apareció una segunda fuente de agua natural. La gente llama a esta fuente, "Las Lágrimas de David". Tiene un poder curativo. Mucha gente viene aquí y bebe esta agua con fe en que se curará.
En el lugar donde vivió el padre David, se construyó una iglesia, llamada "Mamadaviti", en el siglo XIX. La montaña en sí misma se llama "Mtatsminda", que significa montaña santa.
En el siglo XIX, algunos famosos ya fueron enterrados aquí. Y en 1915, durante los días del funeral de Akaki Tsereteli, se planteó la idea de crear un panteón. Entre otros patriotas, el famoso escritor ruso, Griboedov, también fue enterrado aquí con su esposa, Nino Chavchavadze. Tenían una increíble historia de amor de la que les hablaré más adelante.
Mtatsminda y la Iglesia de Mamadaviti son dos de los lugares favoritos de los georgianos. Imagina caminar silenciosamente entre las tumbas de gente famosa mientras piensas en sus vidas y en el esfuerzo que hicieron para hacer del mundo un lugar mejor. Sólo Dios sabe de cuántas cosas fue testigo esta montaña; cuántas veces los invasores han destruido este lugar, y cuántas veces fue reconstruido una y otra vez. A pesar de todo, Mtatsminda sigue en pie, vigilando con orgullo toda Tbilisi y protegiendo la ciudad.
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