Puente de Vizcaya: ¿El más único en el mundo?

No estoy seguro de que se pueda llamar puente. La primera vez que vine aquí, fui conducido por mi amigo Iñaki, quien me dijo: "Nunca has cruzado un río de esta manera". Nos llevó a Portugalete, un pequeño pueblo de los alrededores de Bilbao, donde el río Nervión separa las ciudades vecinas. Fue aquí donde vi por primera vez la cosa, una estructura industrial alta y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, hecha de hierro. A lo largo de la parte superior hay una pasarela y en la parte inferior hay una especie de cuna colgada de cuerdas, que sostiene a los coches y a los pasajeros y los transporta a través del río mientras cuelgan en el aire.

Vizcaya Bridge

Vizcaya Bridge, Puente de Vizcaya Zubia, Getxo, Bizkaia, Spain

Llegamos a la cuna y aparcamos el coche en su superficie. Las cuerdas comenzaron a llevarnos por el aire, sobre el agua y a través del río. Tuve la tentación de salir y disfrutar de las vistas, pero había poco espacio para ello, ya que otros coches aparcados nos abrían paso. Parece que la gente que había venido a pie tenía las mejores vistas a lo largo de los lados.

Un niño de la Torre Eiffel

El puente de Vizcaya es el puente transportador más antiguo del mundo. Diseñado por el arquitecto vasco Alberto Palacio, con la ayuda de su hermano Silvestre y el ingeniero francés Ferdinand Arnodin, la construcción del puente finalizó en 1893. Alberto Palacio fue alumno de Gustave Eiffel, quien diseñó la Torre Eiffel, y la influencia está a la vista. El objetivo era construir un puente para transportar a la gente a través del río sin obstruir el paso de los barcos. Es justo decir que hicieron un trabajo perfecto ya que el puente todavía está en uso hoy en día, cumpliendo con su propósito original. Visitas guiadas por el puente, y su sendero de vértigo en la cima, están disponibles para los turistas y aquellos fascinados por esta estructura única e histórica.

Un símbolo de la comunidad

Desde que se construyó el puente de Vizcaya, otros han seguido su ejemplo y ya no es el único puente de transporte del mundo. Sin embargo, hay algo en este que es particularmente especial y me recuerda al monumento al Ángel del Norte que se encuentra en las afueras de Newcastle, Reino Unido. Porque el Puente de Vizcaya, o Puente Colgante, como lo llaman sus habitantes, se remonta al pasado industrial de esta región; un lugar de construcción naval, minera y siderúrgica, una hábil y orgullosa comunidad de clase trabajadora.

Echa un vistazo a Portugalete

A la hora de visitarla, merece la pena dar un paseo por las pintorescas calles de Portugalete y su encantador casco antiguo. El nombre de la ciudad deriva de su nombre original en euskera Portu-Ugaldeta. Alberto Palacio vivió aquí durante la Guerra Civil española, cuando se detonó dinamita en la parte superior del puente, dañándolo y dejándolo fuera de servicio durante cuatro años. Murió en 1939 y nunca vivió para verlo reparado y funcionando de nuevo.

Un país diferente

La gente dice que el País Vasco se siente como un país diferente de España. Para mí, ese sentimiento de diferencia vasca está encapsulado a lo largo de las orillas del Nervión a la vista del puente de Vizcaya. Aquí no se pueden encontrar imágenes típicas de España; no hay nada de la cultura flamenca ni del tranquilo mar Mediterráneo, sino de las agitadas aguas del Atlántico, de una antigua cultura vasca y de un patrimonio industrial que parece casi mítico.