Cacao silvestre amazónico y la Capital del Chocolate, Sucre

Si te gusta el sabor de un buen bocado de chocolate, una visita a Bolivia, donde se puede encontrar cacao silvestre amazónico fresco, no te decepcionará. Específicamente Sucre es una ciudad con una vasta historia en cuanto a la producción de chocolate. El desarrollo de sabores indescriptibles, a partir de semillas de cacao silvestre, puede hacer que cualquiera quede enamorado de esta delicia.

Cacao de la Amazonia boliviana

Empecemos con la materia prima clave para la elaboración un buen chocolate: ¡el cacao!

Cosecha de cacao silvestre

Actualmente, más del 40% del territorio boliviano está cubierto por tierras tropicales, y es precisamente allí donde crece el cacao. El objetivo del país no es la producción en masa sino el mantenimiento de la alta calidad del producto. De hecho, el 40% de la cosecha de cacao en Bolivia es silvestre, lo cual significa que los árboles nacen y crecen sin intervención humana: un paso por delante de la agricultura orgánica o ecológica. El cacao silvestre tiene frutos más pequeños y genera un menor rendimiento en comparación con el cacao híbrido, que se utiliza en la producción en masa. Sin embargo, sus características aromáticas dan como resultado un sabor superior.

En algunas comunidades indígenas de las tierras tropicales, el cacao forma parte de la vida cotidiana. No sólo se emplea como alimento, sino también como medicina. Ya que la explotación laboral relacionada con la cosecha de cacao, actualmente, es un problema común en el mundo, el aseguramiento de una compensasión justa para las miles de familias que viven de esta tarea es también una prioridad importante en Bolivia.

La capital del chocolate

Mientras que la selva amazónica tiene las condiciones ideales para el cultivo del cacao, Sucre tiene aquellas perfectas para la producción de chocolate: un clima templado que se mantiene relativamente estable a lo largo del año. Durante un período en el que no existían los aires acondicionados, el clima era crucial mientras se elaboraba un producto que se derrite facilmente. Así fue como la producción de chocolate en Sucre comenzó hace varios siglos, cuando Potosí, el lugar con el mayor yacimiento de plata en ese entonces, era un gran mercado para este delicioso alimento.

La gente de Sucre, inevitablemente, se enamoró del chocolate, y fue así que los métodos de producción y las recetas fueron mejorando continuamente. Con el tiempo, el chocolate se convirtió en parte de la identidad de la ciudad. Hoy en día, se puede encontrar una tienda de chocolate en casi cada rincón del centro de Sucre. Como resultado, la ciudad fue nombrada "La Capital del Chocolate".

Chocolates con identidad boliviana

Las opciones de sabores tradicionales e innovadores pueden volver loco a cualquiera. Y, por supuesto, hay una interminable variedad de chocolates con ingredientes de identidad boliviana: desde castaña amazónica y hojas de coca de las tierras tropicales, hasta quinoa y amaranto del altiplano. Así mismo, se pueden encontrar chocolates picantes con ají de los valles del país... ¡e inclusive chocolate con sal del Salar de Uyuni!

Cuando el envase importa

Al tratarse de los chocolates de Sucre, ¡puede que te enamores incluso del envase! Algunas cajas de chocolate están hechas a mano por artesanos bolivianos de diferentes regiones del país. Por ejemplo, algunos embalajes consisten en cajas de madera con textiles indígenas Jalk’a originales incrustados en la tapa, mientras que otros están hechos con cortezas de banano.

El Museo del Chocolate

Finalmente, si eres un fanático del chocolate, no dejes de visitar el Museo del Chocolate en Sucre, que pertenece a "Para Ti", una de las marcas de chocolate más afamadas del país. En este encantador lugar, podrás aprender sobre la cosecha de cacao y la producción de chocolate en Bolivia, ¡terminando, por supuesto, con una exquisita degustación de su excelente chocolate!

The Chocolate Museum of Sucre

XQ26+X3X, Sucre, Bolivia

No debería escribir más, simplemente prueba un trozo de chocolate de Sucre, la Capital del Chocolate, ¡y deja que su sabor hable por sí mismo!