Visit Gjirokastra

Gjirokastra está inscrito como un raro ejemplo de carácter arquitectónico típico de la época otomana. Situada en el valle del río Drinos, en el sur de Albania, Gjirokastra cuenta con una serie de destacadas casas de dos plantas que se desarrollaron en el siglo XVII. La ciudad también conserva un bazar, una mezquita del siglo XVIII y dos iglesias de la misma época. Este centro histórico fortificado está notablemente bien conservado, y esto es particularmente cierto en el caso de sus edificios vernáculos. Gjirokastra ha estado continuamente habitada desde la antigüedad hasta nuestros días. Situado en los Balcanes, en el sur de Albania y cerca de otros centros históricos, es testigo de la riqueza y diversidad del patrimonio urbano y arquitectónico de esta región. Gjirokastra da testimonio de una forma de vida que ha sido influenciada durante un largo período por las tradiciones del Islam durante el período otomano, mientras que al mismo tiempo incorpora influencias más antiguas. Este modo de vida ha respetado las tradiciones cristianas ortodoxas que han podido así continuar su desarrollo espiritual y cultural. Gjirokastra fue construida por grandes terratenientes. Alrededor de la antigua ciudadela del siglo XIII, la ciudad tiene casas con torretas (el kule turco) que son características de la región de los Balcanes. Gjirokastra contiene varios ejemplos notables de casas de este tipo, que datan del siglo XVII, pero también ejemplos más elaborados que datan de principios del siglo XIX. Gjirokastra mantiene un testimonio sobresaliente de la diversidad de las sociedades urbanas en los Balcanes, y de las antiguas formas de vida que hoy casi han desaparecido. El urbanismo y la vivienda de Gjirokastra son los de una ciudadela construida por notables terratenientes cuyos intereses estaban directamente relacionados con los del poder central. Gjirokastra conserva testimonios destacados de varios tipos de monumentos y viviendas urbanas vernáculas durante el período otomano clásico, en continuidad con las diversas culturas medievales que la precedieron, y en un estado de coexistencia pacífica con una gran minoría cristiana.

Fuente: www.unesco.org