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Desde hace más de 20 años, la galería Pixi Marie-Victoire Poliakoff exhibe obras que muestran poca preocupación por los sucesivos modos o "expectativas" del mercado del arte. Favorece a los artistas "jóvenes" (pero no a Carre dijo que no queda nadie como pintor joven que no sea demasiado caro...), Ella expone regularmente obras tanto durante los choques que coleccionan estas exposiciones especiales. Tienen en común el rechazo del farol, el gusto por la sutileza subestimada y la exigencia con respecto al espectador: lleva tiempo descubrir las riquezas que merecen y que no atraen la mirada descuidada o apresurada. La galería Pixi puede hacer ciclos de abstracción y figuración cuya supuesta oposición pierde su sentido ya que lo que cuenta es la motivación de las formas, la necesidad de los materiales, la densidad de los campos de color, la profundización paulatina de enfoques que, aunque autorizando variantes, permanecen fieles a la elección inicial de unos pocos principios perfectamente productivos. Podemos decir que tenemos derecho a esperar estas cualidades de cualquiera que pretenda ser artista: sería ingenuo, lo que se confirma tan pronto como prestamos atención a lo que se puede difundir bajo el disfraz de noticias de entretenimiento. Las exposiciones de la galería Pixi son, por lo tanto, de aspecto ejemplar, recordando que todavía se puede escuchar que el arte es también un negocio serio, si no moral.
Gérard Durozoi
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