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En el pequeño pueblo medieval de Petroio, en medio de las suaves y verdes colinas y valles del sur de la Toscana, el viajero selectivo encuentra una rara joya: Palazzo Brandano, el retiro toscano. Lejos del ajetreo y el bullicio de la cercana Siena, Petroio es una pequeña ciudad toscana encaramada en una colina. Tiene un carnicero, un panadero y un cajero automático que no funciona. Tiene una iglesia, una escuela y una clínica con un médico que viene una vez a la semana. Allí, en una fortaleza de arenisca, el Palazzo Brandano combina el servicio de 4 estrellas con la calidez de la vida del pueblo.
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