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Con cerca de 70.000 habitantes, Celle es considerada la puerta de entrada al sur de Baja Sajonia a la región de Lueneburger Heide y es famosa por sus casas de madera. Las más antiguas datan del siglo XV. Al visitar la parte sur de Baja Sajonia, Celle vale la pena visitarla, para todos los que quieran disfrutar de una auténtica y tranquila ciudad alemana. Haga una parada en un restaurante en el centro de la ciudad y asegúrese de tener una Cerveza Celler local y cocina tradicional alemana.
Crédito de la foto de la portada: @villy_yovcheva
Hay más de 400 de estos pintorescos edificios en el centro de la ciudad. Es increíble pasear por las calles, disfrutando de la arquitectura y el ambiente. La imagen de arriba muestra la calle "Großer Plan". Antes de Navidad hay un mercado de invierno, donde se sirven especialidades alemanas como el vino caliente o el ponche con pinzas de fuego. Es agradable disfrutar de una bebida caliente en el frío invierno, rodeado de pequeñas tiendas de invierno y del encantador ambiente de Celle.
Si echa un vistazo a la ciudad, no puede dejar de visitar su castillo, que combina dos estilos: Barroco y Renacimiento. Sirvió como residente permanente de los duques de Brunswick y Lueneburg durante casi tres siglos. Por lo tanto, Celle es considerada una de las residencias ducales más importantes de Baja Sajonia. Desde lo alto de la iglesia de la ciudad se puede disfrutar de la vista sobre Celle y su castillo como en la foto.
El castillo de Celle está rodeado por el parque del palacio, donde se puede tomar un descanso de las compras o iniciar una visita guiada en el punto de encuentro.
En el interior del castillo se encuentra uno de los más antiguos teatros conservados de la corte. Fue fundado en 1675 y hoy en día es el teatro barroco más antiguo de Alemania. Es estupendo ver una obra de teatro en este ambiente especial, rodeado del pasado y la historia.
Además del castillo histórico y el teatro, el jardín francés es hermoso para pasear. Echar un vistazo al nuevo y antiguo ayuntamiento debe incluirse también durante la estancia en Celle.
Celle es definitivamente un lugar digno de visitar por su castillo y su bien conservado centro de la ciudad con el callejón de Kaland o la casa de Hoppener. Las casas de madera y los monumentos históricos dan a la ciudad un encanto específico y la percepción de estar en un siglo pasado.
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