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Construida en 1999, la pensión Tobo fue nuestra casa de vacaciones, nuestro lugar de refugio en una concurrida Bucarest.
Rodeada de un paisaje virgen, en el corazón de Oltenia, debajo de la montaña, con el río Amarillo fluyendo cerca de ella, justo al principio de los Cayos Amarillos, la casa permaneció como un tesoro sin descubrir hasta 2005. Así, con el deseo de compartir el espectáculo de la naturaleza y el confort de la casa, decidimos convertirla en una casa de huéspedes. Una pequeña con sólo cinco habitaciones.
En 2010, decidimos que era el momento de desarrollar y ofrecer más.
Hoy en día contamos con 9 habitaciones, cada una con su propia personalidad, un café con una vista sublime y un restaurante que deleita todos los sentidos.
la familia Dumitrescu
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