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Milán hoy en día no sorprende al visitante por la misma razón por la que sorprendió a sus primeros habitantes; de hecho, se cree que el antiguo nombre de Milán (Mediolanum) posiblemente significaba "un lugar entre ríos", una característica que no es fácil de notar ahora, pero que fue hasta las primeras décadas del siglo XX.
Milán tiene muchos ríos que corren por debajo que se utilizaban comúnmente como medio de transporte para facilitar el comercio y las comunicaciones (tanto dentro como fuera de la ciudad) desde 1929 cuando se decidió soterrar y cerrar la mayoría de los ríos y canales para mejorar el sistema de calles. El sistema de canales (Navigli) fue utilizado también como arma defensiva, herramienta de irrigación y como fuerza para hacer funcionar los molinos.
Hoy en día, sólo una pequeña parte de la antigua red es todavía visible. Dos de los canales originales, Naviglio Grande y Naviglio Pavese siguen abiertos y, por supuesto, limitan la Zona Navigli, el área alrededor de ellos. Esta ubicación no está todavía entre las sugerencias habituales, pero pronto terminará allí. Los proyectos de renovación desarrollados aquí ayudaron a remodelar y revitalizar un área donde ahora están apareciendo muchos cafés, tiendas y restaurantes, convirtiéndola en un gran barrio para pasar tiempo. Además, el contraste entre las nuevas arquitecturas modernas y los clásicos y elegantes edificios milaneses crean una hermosa vista.
El futuro parece prometedor para los ríos olvidados: en 2015, la masa de agua (Darsena) donde se ha restaurado y reabierto el encuentro de los dos Navigli y se está discutiendo un plan para reabrir los antiguos canales entre las instituciones y los ciudadanos. Si pasa por Milán el paisaje cambiará una vez más, con un río de 7,7 kilómetros que atraviesa la ciudad y 43 nuevos puentes.
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El autor
Federico Spadoni
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