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Por lo general, y con razón, cuando pensamos en Grecia y sus posibles destinos de vacaciones o visitas de corta duración, tendemos a imaginar costas soleadas y altas temperaturas; Grecia tiene todo eso, no es un secreto bien guardado. Lo que podría ser un buen lugar para visitar, sin embargo, es un pequeño pueblo llamado Trikala Corinthias, situado en el municipio de Xilocastro ("Castillo de Madera") en el noreste del Peloponeso.
Definitivamente es un pueblo de muy pequeñas dimensiones, (716 personas viven allí según la página griega de Wikipedia), se encuentra a 1100 metros sobre el nivel del mar, y está dividido en tres partes (Superior, Media e Inferior) cada una ubicada a una altura diferente de la montaña, y es famoso por tres ("tria" en griego) cosas buenas ("kala"): Aire limpio, clima seco, y aguas de manantial por lo tanto el nombre de Trikala. Después de haber pasado unos días muy fríos y nevados allí, no puedo responder por las aguas de manantial, pero puedo decir que las vistas rocosas y las temperaturas rígidas pueden ser un cambio de escenario muy agradable de vez en cuando.
Esta zona es comúnmente conocida como la "Pequeña Suiza" entre los griegos y, aunque tanto los paisajes como las montañas no se parecen mucho a esa parte de Europa (es decir, todavía se puede ver el azul del mar una vez en la cima de la ciudad), sólo se necesita una nevada nocturna para hacer que uno piense: "¡¿Sabes qué? Y es esta capacidad de sorprender a los visitantes, mezclada con la calma y la lentitud de la vida que envuelve toda la zona, lo que impulsa el número de visitantes a lo largo de todo el año. Gracias a la construcción de un centro aéreo en las cercanías, el número de turistas está aumentando, así como las opciones para los viajeros: los carteles de los hoteles, las direcciones de las casas de huéspedes y los anuncios de habitaciones para alquilar rodean las pocas calles que cruzan el Trikala, lo que demuestra el deseo de los lugareños de compartir su bello territorio y de crear oportunidades de negocio para ellos mismos.
Si quiere tener una vista completa del pueblo y del valle, el hotel "Pigi Tarlaba" es una buena opción. Se encuentra casi en la cima del Trikala Superior y da la bienvenida a los visitantes a un ambiente muy acogedor y cálido. Los muebles de madera y las amplias chimeneas de piedra son lo que cabría esperar, y en realidad es agradable encontrarlos una vez dentro. Aún mejor, sin embargo, es encontrar una chimenea en su habitación! No puedo decirte cuántas habitaciones tienen esta característica, pero algunas lo tienen, hazte un favor y pídelo cuando hagas la reserva. Mi última sugerencia es visitar el restaurante "Pinakoti" y probar la comida local, como la cabra asada con aceite de oliva y orégano, el cochinillo asado, el "kleftiko" (con ternera), la "trahanopita" (tarta con frambuesa) y la tarta de almendras con conservas de frutas locales. Los productos locales de la zona son la pasa de Corinto, la miel, el vino y, obviamente, el aceite de oliva.
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El autor
Federico Spadoni
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