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Enclavado en la pintoresca península de Crozon, en el extremo occidental del parque regional de Bretaña, se encuentra una joya escondida: el Manoir de Rulianec. Esta excepcional propiedad familiar, construida en 1928 por el arquitecto Chabal, es un edificio emblemático de Finisterre, con impresionantes vistas al océano y una rica historia.
El Manoir de Rulianec ha sido testigo de un siglo de historias y acontecimientos. Originalmente construido como una residencia privada, desde entonces ha sido renovado con una decoración elegante y contemporánea, conservando al mismo tiempo su encanto histórico. La superficie de la mansión abarca aproximadamente 700 m2, distribuidos en 14 habitaciones y 8 baños, lo que la convierte en un refugio ideal para familias numerosas o grupos de amigos.
La visión del arquitecto Chabal para Manoir de Rulianec muestra su dominio del diseño. Las salas de estar, dispuestas en fila, constan de una amplia sala de estar, un gran comedor y una acogedora sala de televisión. Cada habitación ofrece vistas panorámicas del océano, creando un ambiente sereno y tranquilo. Las características arquitectónicas de la mansión, como su elegante fachada y sus intrincados detalles, aumentan su atractivo.
Uno de los aspectos más destacados de alojarse en el Manoir de Rulianec es su proximidad a dos grandes playas de arena. Los huéspedes pueden acceder fácilmente a estas costas vírgenes directamente desde la propiedad, e incluso se puede acceder a una de las playas a través de un camino privado. Imagínese despertarse con el sonido de las olas rompiendo y disfrutar de un tranquilo paseo por la costa, sumergiéndose en la belleza de la naturaleza.
Si bien el Manoir de Rulianec ofrece un ambiente apartado y privado, también está convenientemente ubicado cerca del centro de Morgat. A sólo 10 minutos a pie, Morgat cuenta con una variedad de tiendas y servicios que permiten a los huéspedes disfrutar de la cocina local y sumergirse en la vibrante cultura de la región.
Para aquellos que buscan una mayor exploración, la península de Crozon ofrece una gran cantidad de maravillas naturales y actividades al aire libre. Desde caminatas por los impresionantes senderos costeros hasta descubrir calas y cuevas escondidas, no faltan aventuras en las que embarcarse. El cercano parque regional de Bretaña también ofrece oportunidades para observar aves, observar la vida silvestre y sumergirse en la rica biodiversidad de la región.
El Manoir de Rulianec es un destino para todo el año y cada estación ofrece su propio encanto único. Durante los meses de verano, los huéspedes pueden tomar el cálido sol y disfrutar de actividades al aire libre. La primavera y el otoño traen temperaturas más suaves, perfectas para explorar los paisajes de los alrededores y disfrutar de las delicias culinarias de la región. Incluso en invierno, el Manoir de Rulianec ofrece un refugio acogedor, donde los huéspedes pueden acurrucarse junto a la chimenea y disfrutar de la tranquilidad de las vistas al mar.
El Manoir de Rulianec en Crozon es una verdadera joya que combina importancia histórica, maravillas arquitectónicas y un entorno impresionante. Ya sea que esté buscando un retiro tranquilo o una escapada llena de aventuras, esta propiedad excepcional ofrece la base perfecta para explorar la belleza de la península de Crozon y crear recuerdos duraderos. Planifique su visita al Manoir de Rulianec y experimente el encanto de este idílico destino.
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